(Acompañada por la música silencio.)
Las nueve de la noche y envuelta en el sigilo, la silueta delineada con la punta de una llama va comprimiendo el esfuerzo del aire en su último empuje de oxígeno.
Vencido, en los brazos de la asfixia abierto a las sombras, solo huye de la boca un murmullo ciego y a tientas hasta la succión que lo va absorbiendo sin réplica.
Una caricia de azabache se posa en los hombros
suave esponjosa
con filamentos de seda brillante y oliendo a jazmín.
Abril de 2020, primavera encadenada, cautiverio obligatorio. Nuestra libertad surcando el espacio entre paredes y dos ventanas. Emancipados del miedo y el dolor, nos dejamos temblar por amor con osadía en una amalgama de cuerpo, sangre, nervio y carantoñas gloriosas.
La vida no podía esperar.
Abril de 2020, primavera encadenada, cautiverio obligatorio. Nuestra libertad surcando el espacio entre paredes y dos ventanas. Emancipados del miedo y el dolor, nos dejamos temblar por amor con osadía en una amalgama de cuerpo, sangre, nervio y carantoñas gloriosas.
La vida no podía esperar.
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Es maravilloso este post, con el recuerdo de un tiempo hermoso y extraño a la vez.
ResponderEliminarBesito...
momentos gloriosos de pandemia...
ResponderEliminarSip... Hasta cuándo.
ResponderEliminarMoony, Camilie besos 0