El niño de las botas azules


Hoy estaba pensando en el niño de las botas azules.

Eran las 7 y media de la mañana, invierno y cuando llegaba el bus, tan de noche aún, estaba él solo en la parada, un bulto bajito para su edad y muy flaco. Apenas unos pocos reían y hablaban, el resto seguía sonámbulo cuando él subía y se acomodaba al lado de Ramón, tan rojizo y relleno que lo hacía desaparecer aún más, sentado como un fantasma.

Siempre sentía la necesidad de mirarlo, como si cada día fuera alguien distinto. Sin embargo apenas cambiaba el atuendo en donde resaltaban las botas azules.

Su cara no salía nunca de la transparencia habitual, es por eso que los morados resaltaban más. Algo que durante ese año no dejaba de intrigarme ¿Qué podía ser?

Un día llegaron a la escuela unas señoras que se reunieron en el patio lateral con la maestra y aguardaban incómodas. Él estaba nervioso esperando el timbre para entrar al aula. Algo que nunca había apreciado en su deambular callado y solitario, la inquietud, tanto que no me dejó perder detalle sobre ese grupo tan particular; llegó un hombre muy parecido al niño de las botas azules e increpó al grupo. No entendía muy bien las palabras ni esa furia.

Siempre pensé que podía ser otro niño venido de las estrellas y un día le mostré la boa como una señal de que sabía quién era y el sombrero. No hubo reacción.


No sé qué espíritu maléfico me empujó a esconderme entre los arbustos, desde allí vi cómo se encaminaban a la Dirección y otra de las maestras llevaba al niño de las estrellas de la mano.

Entró, una de las mujeres extrañas lo atrajo con delicadeza y le subió la ropa, más piel translúcida que parecía mármol oscuro… Nunca había visto algo semejante. ¿Estarían pidiendo explicaciones al hombre para que soltara de qué planeta había llegado?

El niño de las estrellas del libro siempre estaba vestido ¿Serían así? ¿Tendrían esas manchas moradas…?

Al mediodía, mi madre me recogió como siempre, le conté que el niño de las botas azules era de las estrellas. Le expliqué. Mi madre paró el coche, me miró profundamente, me abrazó y mientras la sentía, a mí me pareció triste, me decía emocionada: Sí tesoro, puede que sea de las estrellas…

Comentarios

  1. Un poco triste la historia que significaban esas manchas moradas? Quizás su padre le maltrataba? Bueno creo que tengo que decirte que leas en mi blog te hago una aclaración que la poesía la he copiado no tengo la suerte de escribir como tú pero tampoco me gusta mentir por eso te digo que la escribí pensando en ti ya me gustaría saber escribir pero no es así, un besito con todo mi cariño,


    Aylita

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  2. Nada que ver :)
    besitos


    Aylita, ya te dije en tu blog lo que siento y qué importa que sea copiado si se dice, lo sientes y eso es lo que me importa...
    Un besito de corazón

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  3. Miguel, gracias por tu comprensión me he quedado más tranquila no me gustaba que pensaras que sabía de poesía y lo que había hecho era copiar a otra persona, un besito con todo mi cariño,

    Aylita

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  4. Tú eres un hombre de las estrellas, del universo. Sin moraduras, pero un ser de las estrellas 😊
    Besito...

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  5. No, sólo hay un Hombre de las Estrellas... :)
    Besitos

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  6. Hola:
    Aunque salga "las zapatillas fucsia" que no sé si saldrá. Soy Noite. Toqué por aquí y por allá y tengo montado un follón inmenso.

    Las zapatillas fucsia, tienen para mí, una connotación muy especial.


    No estoy muy segura, aunque creo que ya he vuelto. jaja.

    He pasado un largo y cálido verano que me hacía muchaaaaa falta.

    Vendré a leer y a opinar.

    El tener mi primera nieta de nombre Juncal, no se me va la parte gamberra que tengo y espero que siga a lo largo de mi vida.

    Un abrazo

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  7. Noite, jajajaja, qué alegría me has dado joer!!

    Asi que las Zapatillas Fucsia... Que guapas te quedan (Para qué me dirás a mí esas cosas, ahora me has dejado pensando en las connotaciones). Y para colmo abuela, pero qué ha pasado con tantas emociones que has tenido. Menos mal que ha sido un verano tranquilo, cómo hiciste para eso? :)))

    Un abrazo fuerte!! Abuelaaaaa de las Zapatillas Fucsia.

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  8. Te acabo de poner en tu blog de Noite dóde estás... Es que hace dos meses que no escribes y como has cambiado de zapatillas... tendrás que aclararme esto...

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  9. Estoy en el mismo lugar y con el mismo blog.

    * A vuela pluma:
    Quise abrir un blog nuevo con ese nombre; tengo pendiente unas conversaciones conmigo misma y las connotaciones que tienen las zapatillas fucsia. ¿ Qué sucedió ? pues no tengo ni idea. De pronto en los comentarios empezó a salir así y no puedo cambiar.

    Debo reconocer que aunque mi madre decía que era una chica muy lista, en temas de informática, reconozco, que era pasión de madre, soy muy pato, pato, jaja

    * Sobre tu entrada: Esas manchas moradas me suenan a Lupus. Muy duro.

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  10. jajajaja, serás, aunque te digo que se te da muy bien. Tu madre no estaba desencaminada.

    Antes se me daba bastante bien, me gustaba investigar, pero dejé todo y he empezadoa olvidar montones de cosas. Yo creo que sólo se cambiaba el nombre, pero no lo hagas con el blog, porque después hasta que salgan las zapatillas fucsias en google, pasarán más de mil años... si no mas y ten cuidado por si te roban este.

    En el fondo el cuentito se refiere al maltratato. Tan oscuro Quedó el sentido? Bueno, tampoco importa.

    Sabes, me gustan esas zapatillas fucsias y jajaja y que seas abuala.

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  11. Oh jo, acabo de ver tu nuevo post... Voy

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  12. Dije lupus por las manchas moradas.
    Aunque pensé en el maltrato me extrañé de que le acompañara el mismo maltratador, salvo que fuera la madre o algún familiar cercano.

    Las marcas moradas se irán, las interiores, aunque pasen mil años, no se irán nunca. Terrible.

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