La suma de las mentes y las almas crean el todo.
Las cartas entre Einstein y su primera esposa Mileva Maric fechadas entre 1879-1955 demuestran que ella fue la creadora, inspiradora y consejera en las teorías que harían famoso a Einstein.
Es así como siempre existió en él esa dualidad de odio-rechazo y admiración por su inteligencia. En los primeros tiempos, este hombre solitario, con síntomas autistas, llegó a decir: “Somos uno” o cuando le escribió “Estoy solo en todo el mundo salvo contigo.”
O esa carta:
Abril de 1898
Querida Freulein Maric,
Por favor no te enojes conmigo por mantenerme alejado tanto tiempo. Estuve seriamente enfermo, tanto que no me animo a dejar el cuarto. Todavía mis piernas están algo débiles. De todos modos, hoy junto coraje y me aventuro a salir, para dar un paseo. le dije a la señora Boch que invitara a los huéspedes que lo desearan a una reunión, y deseo que tú estés entre los que vendrán. Pero si no puedes venir, yo te visitaré tan pronto como me sienta suficientemente bien. Y si no soy capaz de salir, esperaré con ilusión tu pronta visita.
Con mis mejores deseos, tu
Albert Einstein
Una vez casados, aparentemente la convivencia era insostenible a pesar de los tres hijos de los cuales, con Edward, Mileva tuvo que hacerse cargo siempre por una esquizofrenia grave.
No voy a contar la historia de Maric, ya que la bibliografía con respecto a ella es amplia; pero sí nos queda claro que fue un genio en su época, una época que no se tomaba en serio, sobre todo en el campo científico, la intelectualidad femenina. Y que como muchas, necesitó para expresarse y hacer conocer sus ideas de un referente masculino que diera la cara.
Einstein, una personalidad muy delicada, se apoyó en un principio en esta mente preclara, admirándola y seguramente amándola a su manera; pero sus irregularidades, su endeble salud mental, creaban un infierno a la hora de relacionarse. Es así como después de esta turbulenta relación que lo llevó escribir a su prima Elsa: “Es como una empleada a la que no puedo despedir.”, terminó por unirse a la misma, una prima que lo conocía muy bien, una mujer complaciente y dócil que logró calmar y ubicar en cantidad de ocasiones su mente díscola y difusa.
Para poder convivir (y algo más…) Einstein puso a Mileva unas estrictas normas:
A. Te encargarás de:
1.- que mi ropa esté en orden.
2.- Que me sirvan tres comidas regulares en mi habitación.
3.- Que mi dormitorio y mi estudio estén siempre en orden y que mi escritorio no sea tocado por nadie, excepto yo.
B. Renunciarás a tus relaciones personales conmigo, excepto cuando éstas se requieran por apariencias sociales. No solicitarás que:
1.- Me siente junto a ti en casa.
2.- Que salga o viaje contigo.
C. Prometerás explícitamente observar los siguientes puntos cuando estés en contacto conmigo:
1.- No deberás esperar ninguna respuesta de afecto mía ni me reprocharás por ello.
2.- Deberás responder de inmediato cuando te hable.
3.- deberás abandonar de inmediato el dormitorio o el estudio y sin protestar cuando te lo diga.
D. Prometerás no denigrarme a los ojos de los niños, ya sea de palabra o de hecho.
Siempre he pensado que todos estos sucesos o descubrimientos posteriores que hacen que nuestros ídolos caigan, no es por ellos, sino por una sociedad, política corrupta e historia parásitas que preferían construir ídolos de arcilla, en lugar de dejar a la luz cosas tan interesantes y mucho más apasionantes que creaban la realidad.
Por ejemplo, este trío especial, cada uno cumpliendo su papel y misión que revolucionaron el pensamiento hasta nuestros días.
Dos mujeres y un hombre.
Más datos aquí: Mileva Maric y el mito Einstein. Y su libro: “Mi Visión del Universo.”
La verdad es que desconocía lo que hoy nos has contado y tengo que decirte que me ha parecido muy interesante.
ResponderEliminarDesde luego que nadie hace nada solo.
Un besito.
Es muy interesante Ana, y no solo en este caso sino que hay varios que se repiten... De ahí la reflexión acerca de lo que sucedía en aquellas épocas y vete a saber si aún no sigue pasando los mismo.
ResponderEliminarEn fin...
Te estoy leyendo, eh. Eres fantástica. Me fascina la Ana desenfadada y la Ana de los relatos. Es un placer leerte, de verdad. Y siempre haces que vaya cada día, porque hay una nueva sorpresa... :)
Un besito...
Los laberintos de la mente son infinitos y complejos.
ResponderEliminarDicen que detrás de los genios hay un mundo enfermo del que extraen pequeños toques de racionalidad.
Interesante todo lo que relatas Miguel, me hace sentir importante en mi humilde coeficiente mental.
Abrazos.
Siempre me ha atraido leer la historia de esas mujeres que estaban "detrás" de los genios que la sociedad construía, por eso me encanta que escribas sobre ellas así las voy conociendo. Me intriga Lou Salomé, la amante de varios artistas y filósofos. Estoy muy contenta de haber nacido en este momento en el que ponen a cada uno en su sitio. Aunque me temo que todavía quedan reminiscencias sexistas
ResponderEliminarSiempre me ha atraido leer la historia de esas mujeres que estaban "detrás" de los genios que la sociedad construía, por eso me encanta que escribas sobre ellas así las voy conociendo. Me intriga Lou Salomé, la amante de varios artistas y filósofos. Estoy muy contenta de haber nacido en este momento en el que ponen a cada uno en su sitio. Aunque me temo que todavía quedan reminiscencias sexistas
ResponderEliminarlo siento se me fué el dedo y salgo repetida
ResponderEliminar"Nunca todo está en ti mismo.
ResponderEliminarLa suma de las mentes y las almas crean el todo.
Nadie hace nada solo"
Eso pensaba yo, pero, ya, no sé. A veces, la ingerencia destruye poco a poco la autoestima y lo que fue cooperación se convierte en recelo.
Mileva permaneció siempre en la sombra, quizá supo lo que hacía. Igual fue la manera que halló de que Einstein, de alguna forma, siguiera a su lado. O fue simplemente una víctima de su tiempo.
Me gusta cuando hablas de las mujeres. Pocos hombres lo hacen.
Besito...
Quizás contextos culturales o históricos distintos me dejan esa sensación de perplejidad al conocer historias vistas como nos las presentas, Miguel...
ResponderEliminarPerplejidad y admiración...Tal vez, en algún momento, también identificación, pues ¿Ha crecido tanto toda mujer como para deshacerse de ciertos dejos tiranos de quienes dicen amarlas? ¿Es, acaso, más inteligente aquella que acepta reglas de convivencia en lugar de hacer reinar las propias...?
Ah! Miguel, cuando aún luchamos por la violencia de género, cuando aún hay mujeres que sufren el tormento de ablaciones para pagar el precio de ser mujer, cuando aún existe la desilusión del padre por la falta de hijos varones, cuando aún hay mujeres que no puede alzar la mirada ante la presencia de otros hombres, cuando hay mujeres que son sometidas a la prostitución, esclavizadas, vejadas...
(Pero creo que me disparé del tema)
La historia, digo, es la ciencia menos exacta que existe.Por eso, ésos ídolos de arcilla que tu bien criticas.
Miguel, excelente y muy interesante. Pero estas historias me dejan una sensación extraña, no sé muy bien cómo describirla. De desazón, quizás. Tremendo lo de las normas, ¿cómo podían vivir así? Tenía una idea diferente de Einstein, no conocía las sombras de su vida, y la verdad es que me ha impactado esta historia.
ResponderEliminarHola,Miguel!
ResponderEliminarNo te olvides de mi!!!
Estoy siempre por acá, mirando tus regalos!!!
Me gusta mucho te conocir!
Besos cálidos en tu face!
¡guau! excelente post, me encanta sobre todo el final ya que siempre buscas luz en una historia negra.
ResponderEliminarnegra e incluso denigrante por las normas, se tiene que amar mucho o no poder hacer otra cosa para aguantar algo así. Mileva fue víctima de su época respecto a su intelectualidad, respecto a lo que sentía y como se dejaba tratar por Einsten no.
Raquel lleva razón produce desazón intentar comprender algo así.
un beso EnormE
Es una historia totalmente desconocida para mí... gracias por contarla. Cada día me doy cuenta que se casi nada de nada.
ResponderEliminarUn saludo.
Gio.
Siempre me sorprendes.
ResponderEliminarbesitos, Miguel.
Mira lo que aprendí hoy contigo... maravillosas imágenes y sorprendente historia... y seria muy Einstein... pero terrible su actitud....
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Miguel..
miguel me gustan estos pequeños extractos tuyos sobre parejas conocidas de la historia..
ResponderEliminarsiempre son reveladores.. y recuerdo lo que me decia mi abuela "detras de un hombre siempre hay una gran mujer"
bss
pd: lo del post diario va lenteja,, tengo mucho estres y cansancio sera la primavera
Ana, tú eres importante, qué dices niña. Importante y tanto...
ResponderEliminarBesos
Isabel, pues no borro, me gusta verte repetida :) Ese dedito es mágico...
Pues para la próxima nos vamos con Lou Salomé y su desconocido mundo (un mundo muy normal, ese tipo de mujeres tenían una gran incidencia en las decisiones.)
Besos :)))
Por supuesto Moony, se tiene que dar de todo mientras se vive, pero el producto final, el que queda para los siguientes pasos, parece que se teje con sufrimiento, con desconfianzas ajenas, con el trabajo solitario y muchas veces sin nombre. Pero ahi nos queda para todos.
Besito...
Uf Diana, no acaba. hace unos diez años, un estudio científico con nombres relevantes de neurólogos ratificaron que el cerebro de la mujer era inferior al del hombre. O sea una subespecie ¿Eso querían decir? Ya no saben qué inventar, hasta esos payasos vendidos al sistema con título comprado. Ya me dirás cómo iban a llegar a esa conclusión de ser seria si nadie tiene la más pajolera idea del cerebro. Manipulación. Pero no debe extrañarnos llevamos miles de años con la certeza de que la mujer salió de la costilla de un hombre... Siguen sobrando las palabras ¿Cierto?
Besitos
Sip Raquel, siempre es difícil despertar de los cuentos y encontrar que la realidad es siempre clónica...
Pues no te decepciones, en lugar de ello, creo que las chicas deben conocer todas estas cosas y hacerse valer...
Besitos
No me olvido Jaquelyne, sabes que siempre estoy, tengo un defecto sí, que no suelo dejar comentarios y no está bien eso. Lo que pasa que leo siempre atentamente además de que cuando llega un blog nuevo, siempre lo quiero terminar, no escribir una pijada sin conocer nada. Me gusta saber sobre la gente que se acerca. eso me lleva mucho tiempo y me lo resta para comentar.
Besos cálidos también en tu preciosa face
Marita, creo que no sólo Mileva, muchas muchísimas mujeres llenas de talento e inteligencia tuvieron que seguir este sistema para no cejar. Hay muchos. Ya iré poniendo más...
Un beso EnormE
Giovanni, jo, eso nos pasa a todos... y si te pones a investigar te encuentras con cada chasco.
Saludos Gio
Y tú Morgana y tú... :)
besitos
Vicky, no él, los humanos, su vanidad, su estupidez. Los humanos...
Un fuerte abrazo para ti también
hala, comenté y acabas de salir tú MarieLu...
ResponderEliminarSí, jajajaja eso de tu abuela es así y a ese dicho le agregaron lo siguiente...: "Detrás de todo gran hombre hay una gran mujer que sabe lo idiota que es." :)))
(Se puede saber a qué viene eso de Marie... ay esta niña... Jo, es raro eso del estres en ti, a levantar el ánimo, es el cambio de estación.)
Bss
miguel yo me llamo maria lucrecia y me llamaban de pequeña Marily, pero como lo odio, me pongo MarieLu, que suena igual.
ResponderEliminarMe estoy reencontrando con mis primos de la patagonia via facebook y ellos me conocen por MarieLu, por eso el cambio pero que no es tal...
Igual, como soy dulce como las galletas :P
jjjjjjj
bss
pd: estres es poco, es el cambio primaveral....
perdon me llamaban marilú..
ResponderEliminarPues es muy bonito Marilu... :)
ResponderEliminarSí.
Bss
Hola Miguel, gracias por tu comentario, te deje una respuesta en relacion a ese tema en la misma entrada.
ResponderEliminarTe felicito por el blog que has creado, las imagenes, las poesias, los temas diversos de los que hablas.. lo ire mirando con calma porque hay mucho material.
Un saludo, Ana
"There is indeed, and I shall be happy to show you how. Each of these machines has
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report directed the commander in chief's attention to some standards
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