¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu.
Maurois, André
Pero claro, no siempre el cielo es azul; las tormentas acechan en el horizonte, se van acercando posándose sobre la mirada y domar el espíritu es tan difícil cuando la fiera que se desarrolla dentro ataca…
Por eso para mí además de lo que propone Maurois, lo importante no es la felicidad y la lucha por lograrla, sino cosecharla cuando es su época. Y sobre todo saber que la forman especies distintas.
Estar preparado para las diferentes estaciones o los cambios que después de todo no son tantos ni tan imprevisibles como nos parece.
Hay que conservar la memoria y tener testimonios de cómo nos hemos enfrentado a cada situación difícil y sobre todo no desperdiciar ni dejar pasar las horas cuando se desarrolla la bonanza. La nuestra…
Y por qué digo la nuestra… porque la felicidad ni es igual ni nutre de la misma manera.
Maurois, André
Pero claro, no siempre el cielo es azul; las tormentas acechan en el horizonte, se van acercando posándose sobre la mirada y domar el espíritu es tan difícil cuando la fiera que se desarrolla dentro ataca…
Por eso para mí además de lo que propone Maurois, lo importante no es la felicidad y la lucha por lograrla, sino cosecharla cuando es su época. Y sobre todo saber que la forman especies distintas.
Estar preparado para las diferentes estaciones o los cambios que después de todo no son tantos ni tan imprevisibles como nos parece.
Hay que conservar la memoria y tener testimonios de cómo nos hemos enfrentado a cada situación difícil y sobre todo no desperdiciar ni dejar pasar las horas cuando se desarrolla la bonanza. La nuestra…
Y por qué digo la nuestra… porque la felicidad ni es igual ni nutre de la misma manera.
Miguel ¿cómo lo haces? Siempre consigues llegarme. Gracias por este fragmento de sabiduria.
ResponderEliminarTempus fugit, ¿por qué se nos olvidará con tanta facilidad que somos efimeros?
Una foto preciosa.
Saludos.
Cada persona tiene su forma particular de ser feliz. No hay que compartirla ni tan siquiera comprenderla, sólo respetarla mientras no haga daño a nadie.
ResponderEliminarSiempre hay que afrontar los cambios, están ahi mismo, en cualquier esquina.
Y aprovechar la bonanza, claro. Vivirla, para poder atesorarla cuando se vaya.
Hay personas que coinciden en la forma de ser felices. Cuando eso pasa, hay magia.
Besito...
Jo Raquel, gracias siempre a ti por regalar tanta sabiduría en tu blog.
ResponderEliminarNO sé si se nos olvida o nos hacemos los despistados para poder seguir como si nada pasara. :)
Besos
Todo estupendo Moony, y eso que dices al final... pues sí es la magia que se crea en los que coincide la felicidad. Sip
Besito...
Apenas puedo añadir más a tus pensamientos y a los comentarios.
ResponderEliminarYA sabes lo dispares que somos las personas y los niveles de felicidad con los que nos conformamos cada uno son así de diferentes, lo que si que tengo claro es que esos momentos hay que disfrutarlos y atesorarlos al máximo.
Besazos guapetón!!
(la foto impresionante con esos azules)
Eso no sé si lo tengo claro pero yo también debo tenerlo como tú Blankita.
ResponderEliminarA veces hay como rejas, ves más allá y te dices por qué no estoy ahí donde me gusta, de qué se han hecho estas rejas y así... Pero bueno, hay que estar destruyéndolas constantemente.
Besazos guapísima!!!