Se sentía ir
Empujada por la rutina
Escuchaba el ascensor
Que podía
Quizás
Irrumpir
En la cadena de horas
Pero nada
Se detenía en otra planta
Allí estaba ella
Vigilando las comidas
Y las peleas
Colocando cucharas
Un devenir
Que le comía
La pensión
Entre los pelos revueltos
Las camisetas mal puestas
Las bocas manchadas de tomate
Y a cada momento
¡Mamá!
No pensaba
Era su vida asumida
Pero
La fiesta de hoy
Programada a las 9
La estaba volviendo loca
Tenía que reparar en su figura
Desgastada de cocina
De idas y vueltas al cole
Con el aire frío en la cara
La oficina
helada en invierno
Caliente en verano
Dijo que no al principio
Pero
Andrea se había empeñado
En hacer esa noche de niñera
Antes era él
Hasta el día
En que decidió
Borrarse de escena
Quería ser libre
Hacer lo que le diera la gana
Le pesaba
La mesa
El ruido de los platos
Las peleas cotidianas
Esa vez el ascensor
Se escuchó claramente
Y se perdió
Hasta la planta baja
La oficina está insoportable
Le decía Andrea
Mientras luchaba con el vestido
El que había llevado
Al concierto
Hacía dos años
Desde que él se fue
Se aplicó a su empresa solitaria
Y de reconstrucción
Los niños
No dan tiempo para la espera
El nuevo nombre
Sofía
La había
Agotado buscando respuestas
No la conocía
Ni siquiera sabía si era mejor que ella
Él dejó aquella tarde el ascensor
Para entrar en otro
Hasta la puerta de Sofía
Mientras ella se quedó
Asustada
En el sillón
Sobrecogida
Y sin poder razonar
Nada
Después pensó
Si el amor
Era tan importante
O las caricias compartidas
O la cama
De cada noche
Si al final todo se rompe
Y sin saber bien el motivo
No le dio mucho tiempo
Los niños se le tiraban encima
Y sólo preguntaban de vez en cuando
¿Papá?
De todas formas todavía seguía rota
Sí
Estaba rota
Desorientada
Era pasos
Y caminatas
Pisadas
Y una voz de orden
“Niños… no rompáis nada…”
Sólo una vez
Se quedó petrificada
Mirando al nuevo de la oficina
Manuel
Hasta parecía transmitir imágenes de futuro
Esa cara sonriente
Afable
Y curiosa…
¿En qué piensas?
Le preguntó Andrea
Mientras luchaba
Tratando de encoger el vestido
Con cinturón
Empezó a reírse
Y entre aire y aire:
“En un príncipe
Azul…
NO
No te alarmes…”
Mientras Andrea
Con el Hola en la mano
Le dice:
“Fíjate en ésta… ¿No tienes tú uno parecido?”
Jajajajajaja, eso sería en otra época
Cuando pensaba que un vestido
Podía ser la base de una llamada
Ahora sé que no son sino para vender
Pasarela Cibeles fashion 2011
¿Me quedo con este look An?
Grrr, pareces una azafata
Y con esa cartera…
Por dios ni se te ocurra
Torcer las piernas así…
Empujada por la rutina
Escuchaba el ascensor
Que podía
Quizás
Irrumpir
En la cadena de horas
Pero nada
Se detenía en otra planta
Allí estaba ella
Vigilando las comidas
Y las peleas
Colocando cucharas
Un devenir
Que le comía
La pensión
Entre los pelos revueltos
Las camisetas mal puestas
Las bocas manchadas de tomate
Y a cada momento
¡Mamá!
No pensaba
Era su vida asumida
Pero
La fiesta de hoy
Programada a las 9
La estaba volviendo loca
Tenía que reparar en su figura
Desgastada de cocina
De idas y vueltas al cole
Con el aire frío en la cara
La oficina
helada en invierno
Caliente en verano
Dijo que no al principio
Pero
Andrea se había empeñado
En hacer esa noche de niñera
Antes era él
Hasta el día
En que decidió
Borrarse de escena
Quería ser libre
Hacer lo que le diera la gana
Le pesaba
La mesa
El ruido de los platos
Las peleas cotidianas
Esa vez el ascensor
Se escuchó claramente
Y se perdió
Hasta la planta baja
La oficina está insoportable
Le decía Andrea
Mientras luchaba con el vestido
El que había llevado
Al concierto
Hacía dos años
Desde que él se fue
Se aplicó a su empresa solitaria
Y de reconstrucción
Los niños
No dan tiempo para la espera
El nuevo nombre
Sofía
La había
Agotado buscando respuestas
No la conocía
Ni siquiera sabía si era mejor que ella
Él dejó aquella tarde el ascensor
Para entrar en otro
Hasta la puerta de Sofía
Mientras ella se quedó
Asustada
En el sillón
Sobrecogida
Y sin poder razonar
Nada
Después pensó
Si el amor
Era tan importante
O las caricias compartidas
O la cama
De cada noche
Si al final todo se rompe
Y sin saber bien el motivo
No le dio mucho tiempo
Los niños se le tiraban encima
Y sólo preguntaban de vez en cuando
¿Papá?
De todas formas todavía seguía rota
Sí
Estaba rota
Desorientada
Era pasos
Y caminatas
Pisadas
Y una voz de orden
“Niños… no rompáis nada…”
Sólo una vez
Se quedó petrificada
Mirando al nuevo de la oficina
Manuel
Hasta parecía transmitir imágenes de futuro
Esa cara sonriente
Afable
Y curiosa…
¿En qué piensas?
Le preguntó Andrea
Mientras luchaba
Tratando de encoger el vestido
Con cinturón
Empezó a reírse
Y entre aire y aire:
“En un príncipe
Azul…
NO
No te alarmes…”
Mientras Andrea
Con el Hola en la mano
Le dice:
“Fíjate en ésta… ¿No tienes tú uno parecido?”
Jajajajajaja, eso sería en otra época
Cuando pensaba que un vestido
Podía ser la base de una llamada
Ahora sé que no son sino para vender
Pasarela Cibeles fashion 2011
Grrr, pareces una azafata
Y con esa cartera…
Por dios ni se te ocurra
Torcer las piernas así…
Pasado y presente…. tu lo has dicho muy claro lo que puede llegar a pesar el pasado y por lo que se sale adelante es por los cercanos que están ahí, la imagen que has hecho me parece muy tierna y muy bella, y tu desfase final lo mejor, me has sacado una sonrisa que falta me hace.
ResponderEliminar¡¡¡Miles de besazos guapetón!!!
(Me voy en breve y quería dejarte mi pequeña huella por aquí)
Hoy hablaba del pasado con parte de mi familia, y también lo hicimos sobre el papel de mamá en nuestras vidas.
ResponderEliminarMe ha gustado lo que has escrito, aunque esto del vestido me ha descolocado un poco :))
Un beso.
Eres estupendo describiendo y me ha encantado esto que pones de forma tierna que me encanta su contenido, porque no es tanto el vestido el que nos hace y si, el trajinar con 'el traje' por la vida que nos trajo. 'La pasarela' nunca pasa de moda si sabes caminar por el mundo en ella, importa el contenido del alma y ese otro dentro del bolso aunque desentone con el color de algunas prendas.Es Ella, siempre a través del tiempo.
ResponderEliminarUn beso. Elisa
me gustan tus historias en versos, son bonitas... el mundo es tan intenso incluso en una pensión..
ResponderEliminarbesos
Los por qués de los niños, a veces, son aterradores.
ResponderEliminarY se van dejando en un cajón perdido demasiadas ganas, por eso, un vestido de casi azafata, compartido, puede ser una gran ocasión de encontrar aquel cajón.
Lo cuentas de una forma extraordinaria.
Besito...
Ehhh Blankita... Jo, bueno ya hablaremos...
ResponderEliminarMiles de besazos guapísima!!!
Un papel muy importante ¿Verdad Raquel? Es que al final cualquier presente puede ser también pasado y no lo formamos como tal o... no sé es difícil pensar en las rutinas del pasado, casi siempre lo vamos resumiendo a escenas sueltas. ¿Sí?
Besos
Ay mi Ranita... miren quién habla de las historias. ¡Tú eres un genio describiendo cualquier hecho, historia, anécdota y lo haces desde todos los ángulos!
ufff, lo que dices, así creo yo también...
Besos mi querida amiga Elisa
Gracias Estrella, bienvenida por cierto. Me gustan tanto estas llegadas, siempre es esa ilusión de empezar a compartir letras, descubrir. Pues para allí voy...
Un beso
Jijijijiji, y no veas cuando se sigue con la misma costumbre Moony... También es aterrador. :))))
Qué bonito lo que dices...
Besito
Historias de vida caminando entre los versos. Muy bueno!!! Abrazos.
ResponderEliminarMe gusta eso que dices Fernando, historia en versos. :)))
ResponderEliminarAbrazos.
Me ha gustado mucho, la historia y la forma de contarla. Entras muy bien en ella y te va encogiendo un poco el alma y al final un buen giro inesperado.
ResponderEliminarUn abrazo
Jajajajaja Franki, es que no pude resistirme :)))
ResponderEliminarUn abrazo