El clímax

Es de noche ya… Por los cristales se desliza la lluvia.
Ella, entre atenta y ausente ultima los detalles de la mesa con perfección descuidada.


La cena para dos… Un bouquet de flores, las velas rojas y alargadas; antes el baño con esencias perfumadas y suavizantes, luego el espejo que refleja los cambios paulatinos de su figura y su rostro: desea resaltar con naturalidad, el brillo de los ojos, los pómulos y los labios que a través del día han ido cambiando como una flor hacia el rojo.
Elige con sumo cuidado la ropa interior mientras va saboreando con la mirada su propio cuerpo; por fin, la concha, el vestido insinuante con el que navegará en las aguas profundas del deseo parte de la noche.
Con un toque de perfume mágico y adornos atávicos da por terminado el punto de sugestión que quería añadir a sí misma


La música envuelve el ambiente que huele a fragancias múltiples.
El timbre… Abre la puerta, allí está él, moreno, con ojos penetrantes. Le ofrece una copa y con el aperitivo comparten un diálogo intrascendente, anodino.
Mientras sus cuerpos permanecen en una postura determinada, sus fantasmas van recorriendo y adentrándose en el otro por todas las rendijas abiertas que cada uno va dejando entrever.


La comida es deliciosa; el vino desinhibe los últimos rastros de timidez. La voz, los gestos, los pensamientos se van relajando. La relación comprometida va quedando cada vez más lejos. Están penetrando en el mundo de los sentidos… Las miradas se dilatan y al ser recibidas por los ojos son como un punto que en contacto con ellos se extienden igual que una gota de aceite en el agua, abarcándolo todo.


Se levantan, un imán irresistible los atrae, no dejan de mirarse… Se acercan despacio y los cuerpos van acomodándose como si fueran un puzzle.
La manos de él son grandes, ella intuye con el tacto que son fuertes pero comienzan a deslizarse como dos plumas electrificantes. Desde la cintura se elevan lentamente rozando la médula hasta los hombros, suben por el cuello y se miran hondamente, mientras él tantea el rostro, acaricia las mejillas y sus dedos pasan casi en forma imperceptible por sus labios… Las manos femeninas, a vez dúctiles e intensas, recorren los músculos apretados.


Él roza con su boca el cuello… Una ola de calor volatiliza los cuerpos hasta que los labios se sellan intercambiando el aliento único y universal. No se sienten individuos, son ya un espíritu sin masa que desea ser parte del uno.
El beso se prolonga, quiera absorber hasta la más profunda esencia del otro. Los ojos, cuyo protagonismo fue vital, permanecen cerrados; no existe el mundo exterior, la introspección es casi absoluta y las medidas ya no tienen que ver con la realidad. Han entrado en otra dimensión: la mágica.


Las manos inquietas se deslizan junto al vestido que sutilmente él las conduce hasta los senos. Ella percibe la dureza que aprieta su pelvis… las manos ya no son manos, son electrodos que bajan, cuanto más lento mejor, hacia la zona del vientre que está esperando cada vez más ansioso la atención.

Poco a poco como por arte de magia, los cuerpos se han ido desnudando completamente y encuentran sin buscar el lugar perfecto para el amor.


El corazón está al rojo vivo y necesita aire… aire… aire…
Las manos de él terminan el largo y cálido recorrido en el centro del placer, ella siente una descarga que la conmociona; él sigue acariciando más y más hasta que ella desea total y absolutamente ser penetrada.


Él entra… entra y sale, frotando como un fósforo la cajita y entre ambos encienden la vida, el misterio. Así comienzan a galopar por el camino de los siglos, sin tiempo, sin espacio… Él penetra más y más y en cada contracción todo su ser está irrumpiendo, llegando a ese recoveco infinito donde tiene que proyectar el líquido vivo que fecunda la vida. Ella, insaciable, envuelta en el placer, aspira, succiona… hasta que ambos quedan sellados absorbiéndose mutuamente.

La noche…

Comentarios

  1. Vayaaaaa recuerdame que recien levantada no te lea. Ja ja ja ja ja.

    Ahora en serio, electricidad, tú lo has dicho, es cómo una corriente que cuando empieza no para.

    Un besito muy fuerte, y que ya estamos a viernes.

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  2. Magnífico texto, maravillosamente estructurado como una escalera. Llegar arriba es la culminación del texto. Los escalones, separados por velas, dan a la acción el ritmo justo...
    ejem...
    La utilización de adjetivos y adverbios, sabiamente mezclados con los pronombres personales otorgan a la lectura la viveza necesaria.
    ejem...
    A ver si consigo dejar de decir estupideces (son los nervios...)
    Jooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
    qué pasada de bonito, qué bien lo cuentas, y el detalle de las últimas velas, es el colmo.
    Siempre te digo que tus escritos transmiten, éste, traspasa.

    Besito...

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  3. Ay, y yo con estos pelos !.

    Intímo y sensual..es así, tal y como lo describes y si encima se aman, ya es la óstia ! -sorry- :))

    Besitos

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  4. Excelente coherencia entre el contenido del cuento y el climax de los personajes.

    Como te dice ana, avisa antes, pues la lectura no es recomendable por la mañana temprano y en solitario...

    ;-)

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  5. A mi esta lectura aunque sean por la mañana temprano me encanta.
    Hace que empieza el dia con muy buen humor...
    Gracias por alegrarme el dia...jijiji

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  6. la magia,el texto y la imaginacion...increible juego de seduccion,mil abrazos llenos de ternura

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  7. Jo, pues yo entro en muy mala hora jajaja.
    No sé si es mi ordenador o yo, pero esto anda con un calor...aiss.
    Va, en serío, preciosa forma de desarrollar el climax.
    La noche..., su embrujo, su magia:)
    Besos de hada, alquimista

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  8. aja...

    aserejé ja deje
    dejebe tu dejebe
    deseri iowa a mavy
    an de bugui an de güidibidi
    (toy cantando el aserejé)

    también puedo decir ¡touché!, o ¡anda mira lo que ha escrito y no lo había visto!

    en serio, serías un magnifico escritor, ya no es lo que cuentas sino el ambiente que creas (y no lo digo por las velitas)tú lo vives y haces que quien te lea lo viva, sea hombre o mujer.

    ¿sabes? es muy fácil traspasar la línea entre el erotismo bien escrito a lo chabacano o pornográfico, para ti eso es IMPOSIBLE.

    un beso EnormE

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  9. cuanta delicadeza, has descrito el climax de una forma tan sublime que casi casi nos haces partícipes en él. Creo que no se puede narrar mejor.¡Cuanto equipaje llevo en mis paseos gracias a tí!

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  10. Migueeeeeeeel!!
    a estas horas yo tengo el pelo alborotado, ropa de trabajo llena de pintura, las zapatillas de casa con más pintura (y un boquete en el dedo pulgar del pie derecho)...solo las manos tengo limpitas -pá escribí en mi descansito-
    mmmmhh!! no estoy preparada...volveré esta noche

    Muy bueno el comentario de Moony

    Unos besotes si te mando

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  11. Aire necesito yo, después de leerte........ Uf, mejor no digo nada, mejor te vuelvo a leer y leer y leer y leer......


    Mil besos y e infinitas noches como ésta.

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  12. Jajajaja chicas...
    Ana de mañana puede ser un buen tonificante :)))
    Ya... ya... Moony...
    Uf Gwynette, lo de los pelos es l de menos...La cuestión es estar.
    Jajaja Diana, ya ves que no estás sola...
    Eso sí me alegra mucho Virginia, sabiendo las cosas horribles que tiene que solucionar.
    Live, mil abrazos también ;)
    Nunca es mala hora mi preciosa Hada.
    aserejé ja deje
    dejebe tu dejebe
    deseri iowa a mavy
    an de bugui an de güidibidi
    Nuestro dúo es estupendo Marita
    Isabel y después el paseo relajante y hermoso...
    Ya lo sé Lola, por eso no te he puesto ná, a ver si te normalizas niña.
    Jajajaja Ágape... pues aire... aire...

    Besotes y abrazotes con toda el alma ;)

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